lunes, 9 de junio de 2008

Un mando para gobernarlos a todos



Si todavía hay alguien que no conoce lo que aparece en la foto, posiblemente haya estado en algún tipo de internado o en un país fuera del llamado "primer mundo". Es el Wiimote o "el mando de la Wii", la piedra angular sobre la que se ha basado la vuelta de Nintendo a la cima de los videojuegos después de muchos años, dividiendo el mundo "videojueguil" en hardcore y casual gamers.

Los hardcore-gamers son los jugones de toda la vida (no, de incluso antes de la play) los que tienen en su casa una atari, un MSX o una consola de 8 bits intacta, con varios juegos y que sigue jugando a ella con devoción. Son jugadores que dedican mucho tiempo a los juegos, a cada una de sus pantallas, escudriñando cada rincón en busca de ese item oculto que casi nadie posee y que es la puerta al final alternativo de su aventura favorita. Han crecido con los videojuegos y han pasado del botón y joystick a los 2 botones, los 3, 6... los gatillos y esos controladores hechos en la NASA en los que se han convertido hoy en día los pads, con ese montón de botones que manejan como una extremidad más. Tenían su mundo, su pequeño nicho inaccesible al que pocos podían acceder y ellos eran una élite.

Y entonces llegó Nintendo y se inventó un mando con un acelerómetro y unos sensores/emisores infrarrojos, gracias a los cuales se puede jugar moviendo el mando, sin que ni siquiera sea necesario muchas veces pulsar ningún botón. Si a este control que entiende cualquiera, le añadimos una campaña de publicidad enfocada a la familia y a los juegos en grupo (buscad un anuncio de la Wii en el que salga una sola persona jugando), obtenemos el éxito que ha conseguido la Wii, siendo la peor consola técnicamente de todas las llamadas Next-gen (PS3, XBox 360 y la propia Wii).

Mucho más cerca de las especificaciones técnicas de la antigua XBox (que salió en 2002) que de las flamantes XBox 360 y PS3. La Wii consiguió meter en el mundo de los videojuegos a los niños, a los padres de los niños y a los cuñados torpes... a todo el mundo. Además, en su estreno era la consola más "barata" (barato son 250 euros, ojo) de las 3 nuevas (ahora mismo la más barata es el modelo básico de la 360, que está en los 200 euros). Se convirtió en la casa de los "casual gamers", jugadores poco experimentados que no quieren perder 100 horas de su vida en acabar una aventura gráfica llena de complicados puzzles y difíciles misiones que completar. Un partidito de tenis, unos bolos con los colegas, algo ligero y trae más kikos y más hielo para los cubatas, que no queda.

Todo esto ha convertido a la Wii en la consola más atacada por los "old-school" los hardcore. Los juegos eran infantiloides y tontos, con gráficos y la tecnología de la generación de consolas anterior (por no decir que los puede jugar cualquiera, que es lo que más jode).

La XBox y, sobre todo, la PS3 se quisieron hacer con la etiqueta de consola para los hardcore-gamers. Jugadores con un gusto mucho más "refinado" y con más predisposición a gastarse 60 eurazos en el juego de turno si merece la pena. Desde luego, tienen juegos mucho más adultos, argumentos más elaborados, mucha más sangre, muchos más polígonos y casi todos los lanzamientos grandes se lanzan para las dos consolas (las exclusivas son muy pocas).

Pero, ¡ay cómo son las empresas!. Resulta que la consola que se vende como churros (aún) no es ni la PS3, ni la 360, sino la peor de todas si nos ceñimos a los datos técnicos, la Wii. "¿Cómo puede vender tanto esa basura?" se han debido preguntar esas cabezas pensantes en los consejos de Sony y Microsoft, pues por la facilidad en el control ya mencionado. Solución: tanto Microsoft como Sony han coqueteado (oficialmente o no) con sendos mandos con sensores de movimiento similares al wiimote. Y es que aquí se trata de ganar pasta, no de mantener tal o cual imagen, amigos.

Por otro lado, y ya para terminar, ¿qué pasara con la Wii si lanzan estos mandos?. Las únicas ventajas que tiene la Wii son ese mando y los fantásticos juegos que desarrollan ellos mismos (Nintendo). El resto del catálogo de la consola blanquita es... dejémoslo en malo. La potencia de la consola es aproximadamente de 1/3 comparadas con las otras, no tiene disco duro (tan sólo unos míseros 512Mb internos y una ranura SD infrautilizada) y por ello tampoco tiene contenidos descargables (otra de las gallinas de oro de las consolas de hoy en día)... Además, la PS3 reproduce Blue-ray, que salió vencedor de la guerra de formatos de alta definición. Cada semana hay rumores de que la XBox traerá Blue-ray y mientras la Wii ni siquiera reproduce DVD, quitaron esa característica porque "no era importante". En serio ¿por qué capan los fabricantes los dispositivos? ¡si sale gratis no quitar esas cosas!. Nintendo dió primero, y desde luego no es nueva en la guerra de las consolas, pero no deberían dormirse o la cosa se les podría poner complicada.

Veremos lo que pasa (o no).

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