...y no hay vuelta atrás.
No, no es una entrada sobre paleontología, es... bueno, de "lo de siempre" (peligro, enlaces a tutiplén).
No me gustaría que esto se convirtiera en una barricada más en una guerra que no me gusta, pero es que resulta difícil mantenerse al margen de ésto cuando parece que aquí la verdad sólo la tienen unos pocos (cuando lo "único" que tienen es el poder de cambiar las leyes que no les vienen bien. Sólo tienen un problema, que ese poder se lo damos nosotros.
Mientras unos y otros intentan por todos medios cambiar las leyes, poner puertas al campo y hacernos ver las cosas de forma engañosa y mentirosa, se están quedando solos.
El mercado, la INDUSTRIA musical y el PODER siguen en manos de los de hace años, los mismos que conocen al dedillo el negocio en el que llevan décadas, el problema es que ese negocio ya no existe y están intentando aferrarse a él con uñas y dientes, chocando con derechos individuales, que no hay que olvidar que están por encima de los empresariales.
El problema es que ya no hay nadie con ellos salvo ellos mismos. Es obvio que el ciudadano de a pie no está con ellos, no puede estar de acuerdo con las medidas que se quieren imponer y no entiende qué hay de malo en difundir cultura, aún cuando eso significara reducir los ingresos de los artistas (que eso también es discutible, ya que reciben una miseria de ese tipo de producto, del que viven los "intermediarios del ocio", no los artistas).
Hasta hace no mucho los artistas seguían ciegos (o tuertos), detrás de esas empresas y apoyando su visión del negocio, pero esto está cambiando. Y ya no hablamos de radios más o menos alternativas como Jamendo (radio alternativa y libre) ni de cuatro pelanas desconocidos, ahora artistas sobradamente desconocidos están "abandonando el barco". Gente tan poco influyente como U2, Madonna o Shakira firman con Live Nation, una compañía de eventos, más enfocada a los conciertos que a los discos, otros como (hacía mucho que no los nombraba ¿verdad?) Nine Inch Nails se van y aplican la fórmula Juan Palomo (yo me lo guiso yo me lo como) y viejos defensores de los "derechos de autor" (cuidado que yo no estoy en contra de los derechos de autor, pero no como ellos dicen) como Lars Ulrich de Metallica declaran que no necesitan a las compañías discográficas y que este verano hablarán con Trent Reznor para ver qué visión tiene del futuro de todo esto (toma ya). Otro que tal baila es Maynard James Keenan (cantante de Tool y A Perfect Circle) también ha declarado (al respecto de su futuro con APC) que "quizás sea mejor concentrarse en uno o dos temas de cada vez en lugar de en uno de esos discos de plástico que ya no le interesan a nadie" (este me ha sorprendido más que Ulrich incluso, por lo proteccionistas que ha sido siempre con su obra).
Esto es imparable, Radiohead regaló su In Rainbows desde su web. Hace bien poco La Excepción (por nombrar un grupo español) hartos de su discográfica han hecho lo mismo, Prince regaló otro con un periódico en Inglaterra Otros son mas tímidos y de momento "solo" regalan un tema, como Marilyn Manson o más tímidos todavía, como Bob Dylan, que lo hacen además por tiempo limitado, el caso es que cuando prueban suelen repetir.
Por todo esto (no podréis decir que no está enlazado la entradilla, si leéis todo sois unos campeones) creo firmemente que no hay marcha atrás, que es cuestión de tiempo que los que están arriba desaparezcan, viejos, anquilosados e inadaptados a las nuevas condiciones, como en su día lo hicieron los dinosaurios y dejen paso a gente que no sea una analfabeta digital (sin querer aprender, que es lo peor) y sepa de qué va esto y pueda (incluso, fijate tú) vivir de ello, que el otro mercado se acabó. Para que los pobres no sufran mucho, lo ideal sería ayudarles en su camino a la extinción, tomando cartas en el asunto y demostrándoles que el mundo ha cambiado, y es digital.
Menos mal que no quería que me saliera un tocho, prometo no escribir otro en un par de meses por lo menos.
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